Joey Cape + Tony Sly @ La Boite, Madrid (21-07-10)
¿Que es mejor, un concierto eléctrico o un concierto acústico? Si estamos hablando de hardcore melódico seguro que lo tienes muy claro, el eléctrico, donde se muestra toda su fuerza y la gente puede mostrar sus ganas de divertirse con pogos, botes y demás. Pero claro, esta vez tocaba ver a dos grandes de la escena, dos compañeros de sello y en definitiva dos grandes amigos: Tony Sly de No Use For A Name y Joey Cape de Lagwagon, en una faceta suya bastante desconocida por aquí pero que visto su resultado salió mejor de los que muchos esperaban, sobre todo en Madrid, a donde asistí: cambio a una sala mas grande (más de 200 personas en la nueva), lleno de la nueva sala, coros interminables de las canciones más conocidas de sus bandas madres, risas y sobre todo, mucha cercanía, que es lo que se le pide a bolos como este, donde lo que importa es que el público y los artistas sean un pack. Y así fue...
Aun me acuerdo como después del concierto, en el camino de vuelta a mi casa, un chico me preguntó en el metro al verme la camiseta de los dos que me había comprado que como había sido y que quien había tocado antes. Yo emocionado le dije que fue un toma y daca constante entre dos pesos pesados, a la vez que amigos, que fueron alternando sus actuaciones, estando en muchos casos unidos por el mismo amor por la música, o lo que es lo mismo, encima del mismo escenario, pues si algo nos sorprendió a todos, al menos a los que íbamos a la sorpresa, es que lo que nos tenían preparado era un concierto a la vez, no uno detrás de otro, lo que lo hubiera hecho más pesado y largo. Porque si algo fue es divertido y corto, ya que aunque duró más de una hora y media, a ninguno de los asistentes les pareció breve ya que en ese tiempo les dio a repasar más de diez años de clásicos, algunos más modernos, otros más antiguos, pero sobre todo igual de buenos, ya que si algo tienen Tony y Joey es que casi todo (nadie es perfecto) lo que tocan se convierte en un himno, un coro y una sonrisa en la cara, porque si algo transmite su música es felicidad. Entre otros, allí pudimos disfrutar, y cantar a pleno pulmón, temas como los incluidos en su disco conjunto de versiones en acústico ("International You Day", "Exit", "Justified Black Eye" y "On The Outside" de parte de Tony; y "Violins", "Wind In Your Sail" y "Twenty-Seven", por parte de Joey), así como otras de sus discografías ("Coming Too Close", "On The Outside", "Let Me Down", "Fatal Flu", la tranquila "Let It Slide" o "Not Your Savior", de No Use For A Name; y "Alien8", "Razor Burn", "Today", la calmada"The Kids Are All Wrong" o "May 16", de Lagwagon), e incluso alguna que otra versión menos prevista ("Linoleum" de NOFX a medias entre los dos y "Not A Dull Moment" de Bad Astronaut, la otra banda de Joey).
En resumidas cuentas, dos setlist (pues así los tenían en el suelo de la madrileña sala Boite), que aunque Tony Sly cambió sobre la marcha un par de veces, llegando a desconcertar a su amigo, eran prácticamente impecables. Es verdad, había muchas que no tocarían, algo normal si nos ponemos a revisar sus discografías, y de ahí que decidieran en algunos momentos dejar decidir al público que deberían tocar, pero lo que sonó (que tenéis al completo al final) fue memorable, pues si ya de por si hay bandas que no nos visitan con mucha frecuencia (sobre todo la de Santa Barbara), que lo hagan en un formato tan pequeño y minoritario es aplaudible. Aunque si por algo hay que aplaudir, no es porque vengan en concierto, sino porque nos hagan disfrutar como lo hicieron aquella noche. Quizá aun sigamos pensando que como un concierto eléctrico no hay nada, pero tras lo visto, jamás podremos decir que un concierto en acústico es un aburrimiento.
Aun me acuerdo como después del concierto, en el camino de vuelta a mi casa, un chico me preguntó en el metro al verme la camiseta de los dos que me había comprado que como había sido y que quien había tocado antes. Yo emocionado le dije que fue un toma y daca constante entre dos pesos pesados, a la vez que amigos, que fueron alternando sus actuaciones, estando en muchos casos unidos por el mismo amor por la música, o lo que es lo mismo, encima del mismo escenario, pues si algo nos sorprendió a todos, al menos a los que íbamos a la sorpresa, es que lo que nos tenían preparado era un concierto a la vez, no uno detrás de otro, lo que lo hubiera hecho más pesado y largo. Porque si algo fue es divertido y corto, ya que aunque duró más de una hora y media, a ninguno de los asistentes les pareció breve ya que en ese tiempo les dio a repasar más de diez años de clásicos, algunos más modernos, otros más antiguos, pero sobre todo igual de buenos, ya que si algo tienen Tony y Joey es que casi todo (nadie es perfecto) lo que tocan se convierte en un himno, un coro y una sonrisa en la cara, porque si algo transmite su música es felicidad. Entre otros, allí pudimos disfrutar, y cantar a pleno pulmón, temas como los incluidos en su disco conjunto de versiones en acústico ("International You Day", "Exit", "Justified Black Eye" y "On The Outside" de parte de Tony; y "Violins", "Wind In Your Sail" y "Twenty-Seven", por parte de Joey), así como otras de sus discografías ("Coming Too Close", "On The Outside", "Let Me Down", "Fatal Flu", la tranquila "Let It Slide" o "Not Your Savior", de No Use For A Name; y "Alien8", "Razor Burn", "Today", la calmada"The Kids Are All Wrong" o "May 16", de Lagwagon), e incluso alguna que otra versión menos prevista ("Linoleum" de NOFX a medias entre los dos y "Not A Dull Moment" de Bad Astronaut, la otra banda de Joey).
En resumidas cuentas, dos setlist (pues así los tenían en el suelo de la madrileña sala Boite), que aunque Tony Sly cambió sobre la marcha un par de veces, llegando a desconcertar a su amigo, eran prácticamente impecables. Es verdad, había muchas que no tocarían, algo normal si nos ponemos a revisar sus discografías, y de ahí que decidieran en algunos momentos dejar decidir al público que deberían tocar, pero lo que sonó (que tenéis al completo al final) fue memorable, pues si ya de por si hay bandas que no nos visitan con mucha frecuencia (sobre todo la de Santa Barbara), que lo hagan en un formato tan pequeño y minoritario es aplaudible. Aunque si por algo hay que aplaudir, no es porque vengan en concierto, sino porque nos hagan disfrutar como lo hicieron aquella noche. Quizá aun sigamos pensando que como un concierto eléctrico no hay nada, pero tras lo visto, jamás podremos decir que un concierto en acústico es un aburrimiento.
Etiquetas: Acústico, Concierto, Joey Cape, La Boite, Madrid, Tony Sly
Esta entrada fue posteada
el sábado, julio 31, 2010 a las 12:33 p. m..
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