Amaneció Para Boikot...
Sin darnos cuenta prácticamente, mañana sale "Amaneció" el nuevo disco de Boikot.
Según por lo que cuentan oiremos a los Boikot de siempre, aquellos que muchos hemos seguido (me incluyo entre ellos), y mas tras oír los adelantos que nos regalan en su Myspace.
Era necesario un paso más, subir otro peldaño, dar otra vuelta de tuerca. El afán de superación determinó desde los cimientos el trabajo con el que Boikot romperá casi un lustro de silencio discográfico. La inquietud por encontrar nuevas experiencias musicales y el espíritu nómada que les empuja en busca de otras realidades harían el resto. Sólo quedaba ubicar la inspiración, que finalmente se encontró en la antigua Yugoslavia, tierra quemada por la guerra donde todavía humean los rescoldos del último incendio humano de Europa. El cínico acaecer de la historia quiso que los Balcanes fueran recurrente escenario de asesinas contiendas, un lugar marcado por el dolor que paradójicamente emana música desbordante de vitalidad, alegría y fanfarria. Siguiendo la estela de ese sonido, la familia que componen Juankar, Kosta, Alberto y Grass (bajo, guitarras y batería respectivamente) se estableció en los estudios del Pavarotti Music Center de Mostar (Bosnia y Herzegovina) gracias a la mediación del productor Javier Abreu para colorear su nuevo trabajo con pinceladas de folcklore, tras comenzar en Vigo un viaje con demasiadas reminiscencias al que hace una década gestó la trilogía La Ruta Del Che, que hizo parada en Roma y está concluyendo en Madrid cuando se redactan estas líneas, mientras se ultiman los detalles de un disco por bautizar que irremediablemente sorprenderá. La singular y nutritiva instrumentación que aportan los diversos músicos bosnios al álbum de los madrileños provocará asombro, aunque sin llegar a parecer una banda sonora de Kusturica.
Los matices balcánicos son un ingrediente más que se mezcla con el aporte skatalítico italiano, un chisco de música celta grabado en Galicia y el punk rock urbanita marca de la casa que dan forma a una obra heterogénea y madura, acorde con la longevidad de una formación que durante dos décadas ha sabido progresar a base de constancia, esmerándose en este undécimo disco en profundizar la trascendencia del mensaje, con textos hondos que amplifican los crudos testimonios de la guerra. Después de un laborioso y kilométrico trimestre de grabación, con los primeros días de la primavera alumbrarán las doce nuevas canciones de Boikot, grupo comprometido por antonomasia y ducho en la autoedición que con esta referencia inaugurará el catálogo de una plataforma en la que se han agrupado bandas de la talla de Reincidentes o El Último Ke Zierre para enarbolar la autogestión discográfica como bandera. Poco antes del lanzamiento, el dinámico cuarteto hará valer su apelativo de trotamundos embarcándose en una gira por Japón, lo que puede ser el prólogo de un presumible despegue allende nuestras fronteras, reto marcado tras patearse en directo todos los rincones de la península. Seguramente que para entonces el susodicho disco ya tendrá título. Mientras aguardamos la espera, los componentes de Boikot nos adelantan los detalles de su trabajo más intercultural. A más de uno le dejará la boca abierta.
Según por lo que cuentan oiremos a los Boikot de siempre, aquellos que muchos hemos seguido (me incluyo entre ellos), y mas tras oír los adelantos que nos regalan en su Myspace.