¿Que Mas Da Que Canten En Vasco?... O La Critica De Lisabö Y Inoren Ero Ni En Madrid
Uno siempre tiene miedo al ver por segunda vez a una banda, mas si la primera fue tan especial, ya que no quieres que esa magia se pierda. Aunque claro si la banda es Lisabö es otra cosa. Y digo que es otra porque ellos no hacen algo típico ni normal, pues se salen mas que bastante de las normas establecidas, empezando por el idioma en el que cantan (el vasco). Y es eso lo que las ha hecho ganar un puesto de honor en la escena, que unido a unos mas que notables álbumes y una trayectoria marcada por la ausencia en los escenarios. Hasta que sacarón "Ezlekuak" y la cosa cambio, tanto que esta era la segunda vez en menos de un año que pisaban la capital.
Y para empezar esta gran velada teniamos a sus compañeros de sello, Inoren Ero Ni, los cuaes nos hicieron la espera mas larga de lo normal. Siempre es interesante conocer nuevas bandas, pues así sabes por donde se mueve la escena, la cual si la calibramos a traves de ellos podríamos decir que es bastante eclectica, aunque adolecen de cierto parecido mas que notable con la banda a la que teloneaban. ¿Bueno o malo? Depende de para quien, para unos esto sería bueno y para otros malos. Yo sinceramente me quedo en medio, pues ni me gustaron ni me dejarón de gustar, quizas mas por el hecho de esperar con ansia a Lisabö. Una banda que sabe como emocionar a un publico y dejarlo entrgado, no por el hecho de hacerlos mover si no por conseguir que le entre su propuesta hasta el fondo de su ser. Todo esto con un par de palabras, las cuales van soltando de vez en cuando, y dos baterias que las acompañan. Estas son los aspectos mas reconocibles de una banda, de la cual podrías pensar que sonarán a simple ruido pero no. En sus inicios se les consideraba una banda post, algo que ya han ido perdiendo con el tiempo, pero que les ha dejado un rastro que se niegan a perder aunque a veces no lo parezca.
Si lo mantienen es para que tu puedes seguirles con los ojos cerrados, llevandote a un mundo diferente donde el vasco suena de vez en cuando como armonia. No cantarán si no que berrean, algo que chirriaria en muchas otras ocasiones, pero con ellos no aunque no te pegue. Es verdad no es el idioma mas usado para estas propuestas, pero al igual que pase con otros compañeros de genero, el idoma utilizado no es un impedimento para conseguir que te guste lo que oyes. Simplemente porque te olvidas de que no lo entiendes. Entonces vuelves a tu realidad, dentro de la Sala Moby Dick, donde ellos seguian aporreando los platos, tirandose al suelo y dejandose media garganta. Si ellos se dejan media vida ahí encima del escenario, tu no puedes mas que sonreir y pensar que estas disfrutando de algo unico. Algo que solo lo puedes pervertir habiendo visto su propuesta anteriormente.
Muchos consideraran a su show algo continuista y parecido entre si, pero que al final acaba por ser distinto ya sea por esos momentos finales donde contaron con una voz femenina, o ese tema nuevo que prácticamente habían terminado el día de antes. Si los has visto volverás, y si no iras también pues las referencias son muy buenas. Y lo digo por una doble experiencia propia.
Y para empezar esta gran velada teniamos a sus compañeros de sello, Inoren Ero Ni, los cuaes nos hicieron la espera mas larga de lo normal. Siempre es interesante conocer nuevas bandas, pues así sabes por donde se mueve la escena, la cual si la calibramos a traves de ellos podríamos decir que es bastante eclectica, aunque adolecen de cierto parecido mas que notable con la banda a la que teloneaban. ¿Bueno o malo? Depende de para quien, para unos esto sería bueno y para otros malos. Yo sinceramente me quedo en medio, pues ni me gustaron ni me dejarón de gustar, quizas mas por el hecho de esperar con ansia a Lisabö. Una banda que sabe como emocionar a un publico y dejarlo entrgado, no por el hecho de hacerlos mover si no por conseguir que le entre su propuesta hasta el fondo de su ser. Todo esto con un par de palabras, las cuales van soltando de vez en cuando, y dos baterias que las acompañan. Estas son los aspectos mas reconocibles de una banda, de la cual podrías pensar que sonarán a simple ruido pero no. En sus inicios se les consideraba una banda post, algo que ya han ido perdiendo con el tiempo, pero que les ha dejado un rastro que se niegan a perder aunque a veces no lo parezca.
Si lo mantienen es para que tu puedes seguirles con los ojos cerrados, llevandote a un mundo diferente donde el vasco suena de vez en cuando como armonia. No cantarán si no que berrean, algo que chirriaria en muchas otras ocasiones, pero con ellos no aunque no te pegue. Es verdad no es el idioma mas usado para estas propuestas, pero al igual que pase con otros compañeros de genero, el idoma utilizado no es un impedimento para conseguir que te guste lo que oyes. Simplemente porque te olvidas de que no lo entiendes. Entonces vuelves a tu realidad, dentro de la Sala Moby Dick, donde ellos seguian aporreando los platos, tirandose al suelo y dejandose media garganta. Si ellos se dejan media vida ahí encima del escenario, tu no puedes mas que sonreir y pensar que estas disfrutando de algo unico. Algo que solo lo puedes pervertir habiendo visto su propuesta anteriormente.
Muchos consideraran a su show algo continuista y parecido entre si, pero que al final acaba por ser distinto ya sea por esos momentos finales donde contaron con una voz femenina, o ese tema nuevo que prácticamente habían terminado el día de antes. Si los has visto volverás, y si no iras también pues las referencias son muy buenas. Y lo digo por una doble experiencia propia.
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Etiquetas: Concierto, Lisabö, Madrid, País Vasco, Post-rock, Sala Moby Dick
Esta entrada fue posteada
el miércoles, diciembre 03, 2008 a las 2:14 p. m..
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