El Veredicto Final: Gallows - Grey Britain
Año 2009. Estamos inmersos en una crisis de la que ni los países mas poderosos se salvan, como es el caso de Inglaterra, donde su poderosa banca ha tocado techo y ya ha comenzado a bajar. Si tu principal potencial flaquea, malos momentos te esperan. Ahí es donde aparece "Grey Britain", el segundo disco de Gallows, y el que debe ponerles donde tienen que estar. Pero, ¿cual es su lugar?
Si ya has escuchado su hype, o lo que es lo mismo, su obra de debut "Orchestra Of Wolves", sabrás a lo que atenerte. Digo hype, porque han sido la gran esperanza por parte del publico británico que ya pedía continuación a discos como "London Calling" de The Clash. Quizá decir que aquel era la continuación del legado del mítico grupo de finales de los 70 / principios de los 80 era pasarse un poco, porque claro ellos aun eran unos novatos con muchas ganas de irse de juerga. Justamente cuando estas ganas amainaron y pudieron sentaron a ver el mundo que les rodea, se dieron cuenta de lo que tenían en su país y de las miserias que muchos querían ocultar. De ahí viene el nombre y el contenido de su segunda obra, aunque por ello no esperéis un disco 100% reivindicativo porque no lo es. Ellos prefieren hablar de los problemas cotidianos de gente que conocen, los cuales a sus fans llegarán más. Solo les faltaba dejar salir a toda esa rabia que aun tenían oculta, porque claro esta, ellos sin dejarse la piel, tanto que parece que cuando estén grabando se peguen con lo primero que pillen, ya sea otro compañero de la banda o con una de las paredes del estudio, no son los mismos. Si eran cafres anteriormente ahora siguen siendolo pero mejor hecho.
Es verdad, quizá escuchar un grupo de punk con su lado hardcore tan desarrollado no es algo estimulante ni de lo que puedas decir que tiene algo oculto, aunque todo tiene sus excepciones, y esta es una de ellas. Pensé que sería impensable, sobre todo viniendo del país donde vienen, donde casi todo lo que encumbran acaba por pegarsela, que hicieran un disco mas trabajado, no tan directo y que a la vez no perdiera su pegada característica. Como ya decían antaño ("Staring at the rude bois[...]Dancing with the rude bois"), son lo que son, unos chicos rudos, difíciles de tratar, de esos que si les ves por la calle jamás te acercarías, sobre todo a su pelirrojo cantante Frank, quien no ha perdido por el camino su gran parecido con un boxeador clandestino, de esos que se ven en películas como El Club de la Lucha o Snatch, Cerdos y Diamantes.
Es entonces cuando te das cuenta que ya llevas seis golpes certeros en tu mejilla de su parte ("The Riverbank", "London Is The Reason", "Leeches", "Black Eyes", "I Dread The Night" y "Death Voices") cuando aparece el primer momento de calma, diferente a todo lo oido con anterioridad, formado por los últimos instantes de dicho sexto tema. Entonces es cuando comienza "The Vulture Acts" y te acabas por descolocar totalmente. ¿Un tema acústico? Si, así es, y si miras en la historia del punk veras que no son los primeros. ¿Pero porque ese parón si ellos están bien ganándote por golpes? Porque como con todo, siempre esta bien un parón, similar al que anticipa a un huracán, pues una banda como la suya no puede estar mucho tiempo sin volverte a tirar a la lona, por eso cuando ya ha pasado la mitad de dicho tema, el volumen aumenta y la rabia vuelve a los puños de cada uno de los cinco miembros de la banda para acabar dejándote noqueado.
En la primera escucha me emocione y en las siguientes me fui enfriando, de ahí que haya tardado tanto tiempo en hablar de el, por lo que le dí su tiempo y así encararlo como se merece. Y como se merece es estar entre lo mejor que ha salido este año dentro del punk. Quizá aun no sean el sucesor de The Clash, pero ni falta que les hace, pues ellos prefieren disfrutar de la corta vida del ser humano y dejar los homenajes para cuando ya no puedan dar más. Ahí queda, que yo voy a hacer lo mismo y espero que no sea muy vandalico, pues el ponerse temas como "The Riverbed" no incitan a otra cosa más que a acabar en la carcel. Menos mal que al final aparece "Cruzifucks", tema que aunque empieze como otro golpe más, y no por ello malo, acaba por ser aquel que te cura las heridas, como si tu entrenador soltara la toalla para decir con ello que te rindes, que no puedes más, pues lo único que quieres, es que ese piano que ha tomado el tema, y por consiguiente a tu cerebro, sea lo último que se escuche de esa noche en que acabaste siendo derrotado por una mole, no de esas hipermusculadas sino de las que saben donde estan tus puntos flacos y que luego se aprovechan de ello.
Es su mejor disco, si, pero aun tienen pólvora para rato, la cual todavía no han explotado. Si ellos quieren pueden llegar a ser aquello que ya muchos ven. Pero tiempo al tiempo, que de momento hay que disfrutar de la banda donde mejor se mueven, o sea en directo. Desde aquí ya espero ese día en el que se pasen por nuestro país. Pobre de la sala que les tenga que albergar.
Es verdad, quizá escuchar un grupo de punk con su lado hardcore tan desarrollado no es algo estimulante ni de lo que puedas decir que tiene algo oculto, aunque todo tiene sus excepciones, y esta es una de ellas. Pensé que sería impensable, sobre todo viniendo del país donde vienen, donde casi todo lo que encumbran acaba por pegarsela, que hicieran un disco mas trabajado, no tan directo y que a la vez no perdiera su pegada característica. Como ya decían antaño ("Staring at the rude bois[...]Dancing with the rude bois"), son lo que son, unos chicos rudos, difíciles de tratar, de esos que si les ves por la calle jamás te acercarías, sobre todo a su pelirrojo cantante Frank, quien no ha perdido por el camino su gran parecido con un boxeador clandestino, de esos que se ven en películas como El Club de la Lucha o Snatch, Cerdos y Diamantes.
Es entonces cuando te das cuenta que ya llevas seis golpes certeros en tu mejilla de su parte ("The Riverbank", "London Is The Reason", "Leeches", "Black Eyes", "I Dread The Night" y "Death Voices") cuando aparece el primer momento de calma, diferente a todo lo oido con anterioridad, formado por los últimos instantes de dicho sexto tema. Entonces es cuando comienza "The Vulture Acts" y te acabas por descolocar totalmente. ¿Un tema acústico? Si, así es, y si miras en la historia del punk veras que no son los primeros. ¿Pero porque ese parón si ellos están bien ganándote por golpes? Porque como con todo, siempre esta bien un parón, similar al que anticipa a un huracán, pues una banda como la suya no puede estar mucho tiempo sin volverte a tirar a la lona, por eso cuando ya ha pasado la mitad de dicho tema, el volumen aumenta y la rabia vuelve a los puños de cada uno de los cinco miembros de la banda para acabar dejándote noqueado.
En la primera escucha me emocione y en las siguientes me fui enfriando, de ahí que haya tardado tanto tiempo en hablar de el, por lo que le dí su tiempo y así encararlo como se merece. Y como se merece es estar entre lo mejor que ha salido este año dentro del punk. Quizá aun no sean el sucesor de The Clash, pero ni falta que les hace, pues ellos prefieren disfrutar de la corta vida del ser humano y dejar los homenajes para cuando ya no puedan dar más. Ahí queda, que yo voy a hacer lo mismo y espero que no sea muy vandalico, pues el ponerse temas como "The Riverbed" no incitan a otra cosa más que a acabar en la carcel. Menos mal que al final aparece "Cruzifucks", tema que aunque empieze como otro golpe más, y no por ello malo, acaba por ser aquel que te cura las heridas, como si tu entrenador soltara la toalla para decir con ello que te rindes, que no puedes más, pues lo único que quieres, es que ese piano que ha tomado el tema, y por consiguiente a tu cerebro, sea lo último que se escuche de esa noche en que acabaste siendo derrotado por una mole, no de esas hipermusculadas sino de las que saben donde estan tus puntos flacos y que luego se aprovechan de ello.
Es su mejor disco, si, pero aun tienen pólvora para rato, la cual todavía no han explotado. Si ellos quieren pueden llegar a ser aquello que ya muchos ven. Pero tiempo al tiempo, que de momento hay que disfrutar de la banda donde mejor se mueven, o sea en directo. Desde aquí ya espero ese día en el que se pasen por nuestro país. Pobre de la sala que les tenga que albergar.
Conectado Con: Gallows - London Is The Reason (El Vídeo)
Conectado Con: Gallows - The Vulture (Act II) (El Vídeo)
Etiquetas: El Veredicto Final, Gallows, Inglaterra, Punk