RX Bandits + Moneen @ Sala Moby Dick, Madrid (05-06-10)
En el mundo de la música es habitual ver como bandas con bastante potencial, no ya solo a nivel comercial sino también a nivel sonoro, no tienen tanta repercusión como otras muy parecidas, aun cuando en muchos casos la ignorada suela ser la de mayor nivel creativo. Aunque RX Bandits no llegan hasta tal extremo.
Es verdad que las comparaciones son odiosas, como bien sabéis todos, pero el hecho de que nada más empezar Moneen, sus teloneros, la sala estuviera a medio gas decía muy poco de lo que podía ser al final la velada. Procedentes de Ontario (Canada) nos traían "The World I Want To leave Behind", su última referencia de estudio, la cual fue publicada el año pasado, y en la que seguían con su indie rock vitaminado, aquel que por momentos, y no fueron unos pocos en su concierto, se asemejaba con sonidos más cercanos al de bandas como Saves The Day o Jimmy Eat World. Una fuerza que se agradecía, porque si algo tienen que hacer las bandas colocadas al principio por delante de la principal es caldear el ambiente para que llegue lo más sudado posible a la actuación que muchos andamos esperando, y como buenos currantes que son los canadienses, cumplieron con su cometido, a pesar de las escasas 6 canciones que tocaron (tenéis su setlist al final) Un grupo al que desconocía pero que desde entonces he apuntado en mi lista de bandas a seguir.
Y tras el paso de Moneen llegaban los californianos RX Bandits con su rock de corte progresivo, que aunque desde hace un par de años ha sustituido al ska de sus inicios, no fue lo que más predomino aquella noche de primeros de junio, pues si bien ya habíamos leído en una reciente entrevista que al ser España un país donde hace tiempo que no tocan iban a hacer un show donde mezclarían ambas facetas sonoras, no creíamos que preferirían más darle caña al asunto. Cuando uno piensa en la etiqueta progresivo se espera un concierto muy centrado en la parte técnica, tanto que incluso a veces parece viajar a mundos diferentes al suyo, cosa que no paso esta vez, pues ellos prefirieron usar su técnica para otros menesteres más fiesteros, pues lo suyo fue un no parar, como si hubieran cogido el coche de papa recién sacado el carnet y estuvieran acelerando a 150 por la carretera de su pueblo. Un viaje que paso de lo que podría haber sido, es decir, muy psicotropico, a mandarnos directamente a una isla del pacífico y así poder disfrutar, además, de las hermosas vistas que nos acompañan durante toda la travesía. Eso si, sin olvidarse de poner una banda sonora ideal, porque aunque prefirieron acordarse más de sus antiguos momentos que de los nuevos, no nos podemos quejar de lo que sonó: ("In Her Drawer", "Consequential Apathy" "My Lonesome Only Friend (Don Pedro)", "Only For The Night", "Dinna-Dawg (And the Inevitable Onset of Lunacy)", entre otras). Aunque si cabe destacar un momento fue cuando Matt Embree, su cantante, decidió dedicarnos unas palabras en español, aquel idioma que había aprendido de un viaje por sudamerica, de donde, además de el se trajo su música en la maleta, pues cuando todos esperabamos que sonara "Mientras La Veo Soñar", el tema en nuestra lengua incluido en "Mandala", va y nos hacen una versión del "Clandestino" de Manu Chao.
¿Alguien podría pedir más? No, pero ellos nos lo dieron, pues cierta parte del publico, sobre todo la parte guiri que había venido a verles, quería más y por eso se pasaron casi dos minutos berreando para que les tocaran un último tema, consiguiendo finalmente su propósito. Y bien que hicieron pues acabaron exhaustos, dejándose unos cuantos kilos encima del escenario madrileño. Ole!
Es verdad que las comparaciones son odiosas, como bien sabéis todos, pero el hecho de que nada más empezar Moneen, sus teloneros, la sala estuviera a medio gas decía muy poco de lo que podía ser al final la velada. Procedentes de Ontario (Canada) nos traían "The World I Want To leave Behind", su última referencia de estudio, la cual fue publicada el año pasado, y en la que seguían con su indie rock vitaminado, aquel que por momentos, y no fueron unos pocos en su concierto, se asemejaba con sonidos más cercanos al de bandas como Saves The Day o Jimmy Eat World. Una fuerza que se agradecía, porque si algo tienen que hacer las bandas colocadas al principio por delante de la principal es caldear el ambiente para que llegue lo más sudado posible a la actuación que muchos andamos esperando, y como buenos currantes que son los canadienses, cumplieron con su cometido, a pesar de las escasas 6 canciones que tocaron (tenéis su setlist al final) Un grupo al que desconocía pero que desde entonces he apuntado en mi lista de bandas a seguir.
Y tras el paso de Moneen llegaban los californianos RX Bandits con su rock de corte progresivo, que aunque desde hace un par de años ha sustituido al ska de sus inicios, no fue lo que más predomino aquella noche de primeros de junio, pues si bien ya habíamos leído en una reciente entrevista que al ser España un país donde hace tiempo que no tocan iban a hacer un show donde mezclarían ambas facetas sonoras, no creíamos que preferirían más darle caña al asunto. Cuando uno piensa en la etiqueta progresivo se espera un concierto muy centrado en la parte técnica, tanto que incluso a veces parece viajar a mundos diferentes al suyo, cosa que no paso esta vez, pues ellos prefirieron usar su técnica para otros menesteres más fiesteros, pues lo suyo fue un no parar, como si hubieran cogido el coche de papa recién sacado el carnet y estuvieran acelerando a 150 por la carretera de su pueblo. Un viaje que paso de lo que podría haber sido, es decir, muy psicotropico, a mandarnos directamente a una isla del pacífico y así poder disfrutar, además, de las hermosas vistas que nos acompañan durante toda la travesía. Eso si, sin olvidarse de poner una banda sonora ideal, porque aunque prefirieron acordarse más de sus antiguos momentos que de los nuevos, no nos podemos quejar de lo que sonó: ("In Her Drawer", "Consequential Apathy" "My Lonesome Only Friend (Don Pedro)", "Only For The Night", "Dinna-Dawg (And the Inevitable Onset of Lunacy)", entre otras). Aunque si cabe destacar un momento fue cuando Matt Embree, su cantante, decidió dedicarnos unas palabras en español, aquel idioma que había aprendido de un viaje por sudamerica, de donde, además de el se trajo su música en la maleta, pues cuando todos esperabamos que sonara "Mientras La Veo Soñar", el tema en nuestra lengua incluido en "Mandala", va y nos hacen una versión del "Clandestino" de Manu Chao.
¿Alguien podría pedir más? No, pero ellos nos lo dieron, pues cierta parte del publico, sobre todo la parte guiri que había venido a verles, quería más y por eso se pasaron casi dos minutos berreando para que les tocaran un último tema, consiguiendo finalmente su propósito. Y bien que hicieron pues acabaron exhaustos, dejándose unos cuantos kilos encima del escenario madrileño. Ole!
Conectado Con: Rx Bandits - Hope Is A Butterfly, No Net Its Captor (The Virus Of Silence) (El Vídeo)
Conectado Con: El Veredicto Final: Rx Bandits - Mandala
Etiquetas: Canada, Estados Unidos, Indie, Madrid, Moneen, Rock, Rock Progresivo, Rx Bandits, Sala Moby Dick