The Get Up Kids + Astrobahn + The Backseats @ Sala Live, Madrid (22-07-10)
Poder ver a The Get Up Kids en España era para todos los que hemos ido a alguno de sus 3 conciertos una cita con el pasado, con aquella época en la que teníamos 15 años y empezábamos a mirar a las chicas mas allá de ser el sexo contrario. Como tal, muchos de nosotros usamos su música para sobrellevar el mal de amores, aquel que nos azotaba y que en la mayoría de los casos no nos abandonaba, aunque claro al ritmo de una de las mejores bandas de emocore de la historia todo era más fácil.
Antes de nuestro reencuentro con uno de nuestros viejos compañeros de viaje, los madrileños que nos acercamos a la sala Live nos teníamos que enfrentar con dos bandas de aquí, mucho más recientes y por lo tanto, con menos rodaje, aunque no por ello faltos de calidad. La primera de las dos, The Backseats, con su punk de corte rockero, muy al estilo de bandas como The Gaslight Anthem o los más recientes Against Me!, fue la que más nos convenció de las dos, pues aunque su propuesta dista de ser novedosa y quizá peque un poco de lineal, nos hizo disfrutar de un grupo telonero como pocas veces ha pasado. Lo malo es que el concierto que pudimos ver en la conocida sala del barrio de Carabanchel era el último para la mitad de la misma, ya que Fede y Quico, bajo y segunda guitarra respectivamente, iban a abandonarles por problemas de compatibilidades con sus trabajos "normales". Una pena porque si se hubieran esforzado un poquito quizá les habríamos visto haciendo gira por medio país, ya que dos años para un grupo, pues como bien reza su pagina web nacieron en 2.008, son muy pocos.
La otra cara de la moneda la pusieron Astrobahn, pues aunque se dejaron la piel intentando que el respetado disfrutara y se calentara antes de la actuación de los norteamericanos, su propuesta distó mucho de ser original, ya que se les notaron mucho sus influencias, a veces más cercanas al rock de corte emocional, mientras que otras más al indie de formaciones como Standstill. Si, esa banda que paso del post-hardcore al indie rock a la vez que cambiaba el ingles de sus inicios por el castellano. Estilos y idiomas que si los mezclas te dan como resultado la banda madrileña, algo que en unos recién llegados, es decir, alguien que aun no ha salido de su local de ensayo se puede tolerar, pero no en quien ya lleva un par de meses rodando. Si en un futuro dejan de ser tan "copia" y hacen algo más original, quizá, y solo digo quizás porque todo hay que oírlo, podamos hablar de una banda interesante.
Y tras los dos anticipos locales, le tocaba el turno por quien habíamos pagado esos 15 € de manera gustosa, pues después de la "cancelación" de la posible gira española el año pasado, difícil veíamos, y más con los antecedentes de otras ocasiones parecidas, que fueran a pasar por nuestro querido país. Pero al final, después de unos meses sin saber nada de su posible gira, aquella en un principio, y según palabras de uno de sus miembros a la revista Rockzone, estaba prevista para los primeros días del año (quizá meses), se confirmó lo que muchos esperábamos. Eso si, nadie preveía que iban a venir tan cargados de fuerzas y con tantas ganas de presentarnos "Something To Write Home About", su mejor disco, que aunque ya tenga 11 años (tiempo que se notaba encima de cada uno de los 5 miembros que componen el combo de Kansas), sigue sonando tan fresco como siempre. Porque es verdad, ya no se lleva su estilo, pues los jóvenes de hoy en día prefieren escuchar otras cosas en su mp3. Cambios que han afectado a toda una escena, pero que no han podido con una reunión que tiene más de nostálgica que de pesetera, pues si de algo se ha caracterizado su vuelta a los escenarios es no perder la compostura y dejar en la memoria de los asistentes a sus nuevas giras la misma sensación que antaño. Algo bastante fácil si tienes en tu haber canciones como "Valentine", "On A Wire", "Red Letter Day", "Holiday" o "The One You Want".
Momentos memorables para los allí presentes, que no paramos de botar con cada nueva canción movidita que había (y eran unas cuantas), entre las que cabe destacar el apoteosico final a ritmo de "Ten Minutes", pues era difícil discernir si les podríamos verles alguna vez más por nuestra geografía; así como de emocionarnos en otros tramos más tranquilos ("I'll Catch You"). Quizá, por poner algún pero, hay que criticar el sonido, que a cierta distancia del escenario se empezaba a embarullar haciendo que no se entendiera nada de lo que estaba pasando allí arriba, pero por lo demás fue una noche mágica, tanto como si ese jueves nos hubiéramos reencontrado con ese amigo/pariente al que dábamos por perdido.
Antes de nuestro reencuentro con uno de nuestros viejos compañeros de viaje, los madrileños que nos acercamos a la sala Live nos teníamos que enfrentar con dos bandas de aquí, mucho más recientes y por lo tanto, con menos rodaje, aunque no por ello faltos de calidad. La primera de las dos, The Backseats, con su punk de corte rockero, muy al estilo de bandas como The Gaslight Anthem o los más recientes Against Me!, fue la que más nos convenció de las dos, pues aunque su propuesta dista de ser novedosa y quizá peque un poco de lineal, nos hizo disfrutar de un grupo telonero como pocas veces ha pasado. Lo malo es que el concierto que pudimos ver en la conocida sala del barrio de Carabanchel era el último para la mitad de la misma, ya que Fede y Quico, bajo y segunda guitarra respectivamente, iban a abandonarles por problemas de compatibilidades con sus trabajos "normales". Una pena porque si se hubieran esforzado un poquito quizá les habríamos visto haciendo gira por medio país, ya que dos años para un grupo, pues como bien reza su pagina web nacieron en 2.008, son muy pocos.
La otra cara de la moneda la pusieron Astrobahn, pues aunque se dejaron la piel intentando que el respetado disfrutara y se calentara antes de la actuación de los norteamericanos, su propuesta distó mucho de ser original, ya que se les notaron mucho sus influencias, a veces más cercanas al rock de corte emocional, mientras que otras más al indie de formaciones como Standstill. Si, esa banda que paso del post-hardcore al indie rock a la vez que cambiaba el ingles de sus inicios por el castellano. Estilos y idiomas que si los mezclas te dan como resultado la banda madrileña, algo que en unos recién llegados, es decir, alguien que aun no ha salido de su local de ensayo se puede tolerar, pero no en quien ya lleva un par de meses rodando. Si en un futuro dejan de ser tan "copia" y hacen algo más original, quizá, y solo digo quizás porque todo hay que oírlo, podamos hablar de una banda interesante.
Y tras los dos anticipos locales, le tocaba el turno por quien habíamos pagado esos 15 € de manera gustosa, pues después de la "cancelación" de la posible gira española el año pasado, difícil veíamos, y más con los antecedentes de otras ocasiones parecidas, que fueran a pasar por nuestro querido país. Pero al final, después de unos meses sin saber nada de su posible gira, aquella en un principio, y según palabras de uno de sus miembros a la revista Rockzone, estaba prevista para los primeros días del año (quizá meses), se confirmó lo que muchos esperábamos. Eso si, nadie preveía que iban a venir tan cargados de fuerzas y con tantas ganas de presentarnos "Something To Write Home About", su mejor disco, que aunque ya tenga 11 años (tiempo que se notaba encima de cada uno de los 5 miembros que componen el combo de Kansas), sigue sonando tan fresco como siempre. Porque es verdad, ya no se lleva su estilo, pues los jóvenes de hoy en día prefieren escuchar otras cosas en su mp3. Cambios que han afectado a toda una escena, pero que no han podido con una reunión que tiene más de nostálgica que de pesetera, pues si de algo se ha caracterizado su vuelta a los escenarios es no perder la compostura y dejar en la memoria de los asistentes a sus nuevas giras la misma sensación que antaño. Algo bastante fácil si tienes en tu haber canciones como "Valentine", "On A Wire", "Red Letter Day", "Holiday" o "The One You Want".
Momentos memorables para los allí presentes, que no paramos de botar con cada nueva canción movidita que había (y eran unas cuantas), entre las que cabe destacar el apoteosico final a ritmo de "Ten Minutes", pues era difícil discernir si les podríamos verles alguna vez más por nuestra geografía; así como de emocionarnos en otros tramos más tranquilos ("I'll Catch You"). Quizá, por poner algún pero, hay que criticar el sonido, que a cierta distancia del escenario se empezaba a embarullar haciendo que no se entendiera nada de lo que estaba pasando allí arriba, pero por lo demás fue una noche mágica, tanto como si ese jueves nos hubiéramos reencontrado con ese amigo/pariente al que dábamos por perdido.
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Etiquetas: Concierto, Emocore, Estados Unidos, Madrid, Sala Live, The Get Up Kids