Cuando llega un festival los fans se comen la cabeza mirando sus horarios para ver como no perderse a muchos de sus artistas favoritos, aquellos por los que se ha dejado su dinero comprando la entrada. El Primavera Club no estaba exento de estas miradas al cartel y su colocación por salas, donde cada uno se hacía sus recorridos rezando porque los horarios se cumplieran y la ruta fuera como el esperaba, pues así vería a muchos grupos y/o artistas. Un lugar donde esta vez yo no me incluí, porque preferí escoger dos propuestas diferentes, incluido el día, y así disfrutar mas tranquilamente de su música. Estas fueron: el jueves 10 ir al Circulo de Bellas Artes y volverse a encontrar con la magia en directo de Devendra Banhart, y luego un día después, el viernes 11, atacar los nuevos temas de Standstill en la Joy Eslava. Como ya he dicho, dos estilos diferentes, uno internacional y otra nacional. ¿Quien salió ganador de este combate?

Empecemos por partes, pues para hablar de Devendra Banhart, bueno y para hacerlo de Standstill, he de coger y mirar en mi corazón y que el hable. Un corazón que el artista norteamericano me cogió y me estrujo hace 4 años cuando le vi en directo en la sala Heineken. Desde entonces ha llovido mucho, y aquel artista que empezaba por aquel entonces a despuntar entre los medios y público más indie a nivel nacional y que nos trajo su versión mas desnuda, aquella donde nos dejaba sentir lo que el sentía y donde le vimos muy suelto, como pez en el agua, ya no existe. Pues eso la semana pasada en Madrid se perdió, su propuesta era diferente, donde cambió a unos amigos barbudos como acompañantes por The Crogs, una banda en toda regla. Ya no es hippy sino que diciendo prefiere el hype, o sea ser moderno de pro. Aspecto que juega en su contra, pues ya no se le ve ese desparpajo de por aquel entonces, sino que dentro de su mundo, el hace lo que le da la gana. Y ahí es donde pierde el combate por puntos y KO, pues cuando uno se decide a escoger su propuesta como una de las dos que va a ver es porque quiere que nos traiga esa música cautivadora, que gracias a su magia y a su voz, nos transporte a mundos más felices. Mundos que aquí no visitamos ni descubrimos, sino que prefirió abandonarnos a nuestra suerte en una orilla cualquiera de una isla desierta en medio del pacifico. Allí nos llevo y allí nos dejo. Su música no era lo que nosotros queríamos, sino que prefirió unirse a su nueva banda, The Crogs (donde esta Rodrigo Amarante, cantante de Little Joy), a la que le dejo que llevara la voz cantante, pues fue ella quien se comió parte del setlist, que si ya de por si iba a ser pequeño, haciendo que los temas mas emblemáticos del artista de raíces sudamericanas no se oyeran, porque es verdad, el venía a presentarnos "What Will We Be", pero es que ni eso, pues faltaron muchos clásicos como "Santa Maria De Feira" o "A Sight To Behold". Sinceramente me quedo con la anterior vez que le pude ver hace 4 años, uno de los mejores conciertos a los que he ido, donde los 6 € escasos que me costo la entrada rindieron mucho más de lo que me esperaba.

Un combate que gano otra banda, la de nuestra Barcelona, a la que ya un servidor ya ha visto varias veces, y la que cumple ese dicho de más vale un burro que ande poco que un caballo loco. Nunca defraudan, y aunque conforme van pasando los años, es más difícil que se acuerden de su primigenia época en la que lo suyo era post hardcore y no rock con mucho poso indie y ganas de que cantes con ellos. Han cambiado si, pero es algo que hemos de tener asumido, por lo que cualquier cosa que venga no ha de sorprenderte pues has de saber cual es su camino y cual es su meta, si es que realmente tienen una.

Yo diría que tienen un fin más que una meta, que no es más que intentar hacer la canción perfecta, aquella que suene por los años de los años, y la que nadie se pueda quitar de la cabeza, coreándola minuto tras minuto. Su primer intento de ello, llamado "Standstill", no fue todo lo certero que querían pues aunque tenían grandes temas ("La Vieja Gibelina", "Cuando" o "Feliz En Tu Día", temas estos dos últimos los cuales sonaron esa noche del 11 de diciembre), no eran todo lo perfectos que podían ser, pues como ya sabéis Enric Montefusco es una persona que no puede parar hasta dejar todo como debe de ser.

Fruto de ese afán perfeccionista surgió "Vivalaguerra", un trabajo mas completo y mas sencillo a la vez, donde sus ideas se plasmaron mejor y donde se les podía ver mas sueltos, pues ya era su segunda propuesta con el español como idioma, o sea que perdieron esa timidez a la hora de expresarse en su lengua, que no hizo sino bajar un poco la calidad de su "debut". De ahí surgieron muchos de sus temas más conocidos ("Víctor San Juan", "La Mirada De Los Mil Metros", "¿Por Qué Me Llamas A Estas Horas?", "El Porqué De Hablar Solo" o "1,2,3 Sol", entre otras, siendo estas las que pudimos escuchar en esta velada mágica), los cuales parece que van a tener continuidad, pues aunque aun es difícil aventurar cual de las tres nuevas que tocaron ( "Adelante" (hicieron dos versiones diferentes), "Elefante" y "La Palabra Mágica") nos gustará más, ya se ha podido oír una clara evolución, la cual no hará sino afianzarles en ese hueco donde están ahora y al que han llegado con su propio esfuerzo y sus ganas. Un aplauso es lo que ellos decían que querían y lo que nosotros le damos. Arriesgaron con temas nuevos, los cuales sonaron a ratos más serios, debido sobre todo al cuarteto de cuerda y los dos instumentistas de viento que les acompañaban, y a ratos mas cañeros, pues Piti nos trajo una "Elefante" muy militar, con una marcha hipnótica que no hacía más que obligarte a verle aporrear el tambor que tenía entre las piernas. Pero como ya habéis leído no solo hubo temas de su próxima referencia, pues aquella noche en la Joy Eslava también estuvieron sus canciones mas reconocibles por todos, como ya nos recordó Enric, las cuales envolvieron a la parte inédita.

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