"LOVE", el tercer disco de Angels And Airwaves, nació con grandes pretensiones. Primero, porque es la banda sonora de la también llamada "Love", la película sobre "la existencia solitaria y claustrofóbica" de un astronauta a bordo de una nave espacial que acompaña al LP. Segundo, porque Tom Delonge dijo de él que sería la mezcla de Radiohead y U2 con reminiscencias del "The Wall" de Pink Floyd. "Súper conceptual, culto, muy Stanley Kubrick", comentaba en una entrevista para Billboard.com. Casi nada para alguien que hasta no hace tanto era ídolo quinceañero por sus odas a las chicas del instituto y las parodias de estrellas del pop que nos regalaba en algunos videoclips.

Al final, lo que resulta de toda esta madurez que tan en serio parece haberse tomado Delonge es un disco con muchas ganas de ser épico pero poco efectivo en la práctica. Porque todo son excesos: en teclados, en efectos espaciales (sí, del espacio, por aquello del astronauta), en los interminables comienzos y finales de cada canción (¿de verdad son necesarios 5 minutos por canción para no decir... nada?) y en determinados coros que rozan lo hortera (véase "Soul Survivor (...2012)"). Sin toda esa parafernalia, la cosa ganaría frescura. Y es que no todo lo bueno tiene que ser (o parecer) profundo, Tom: recuerda que alcanzaste tu cima cantando sobre cuestiones adolescentes. Pero echando la vista atrás, no parece que lo que busquen AvA sea precisamente esa frescura, sino todo lo contrario. En el fondo, "Love" es más de lo que ya han hecho. Así que si te gustaron "I-Empire" y "We Don't Need To Whisper", no te decepcionará.