El Veredicto Final: Klaxons - Surfing The Void
Es curioso, pero en los ocho años que llevo dándole a la buena música no me había pasado lo que hoy. Toda una mañana con "Surfing The Void", el segundo y nuevo trabajo de Klaxons, a todo meter sin sacar nada en claro, para que luego en un momento y con solo bajar las revoluciones y ponerme unos auriculares y darme cuenta de muchas cosas.
Mientras estaban en el estudio junto a Ross Robinson, el artífice de que el nu-metal fuera lo que ha sido, se encargaron de venderse lo mejor que pudieron diciendo que nos iban a traer el disco británico más violento hasta la fecha, una buena forma de intentar que aquel publico más rockero y menos electrónico que ahora se estaba interesando por los sonidos salidos de una pista de baile se quedarán una noche más para escuchar los temas de los ingleses. Así de primeras parecía una muy buena estrategia de marketing, pero tras haber leído buenas palabras de los asistentes al FIB 2.010 sobre sus nuevos temas, ya teníamos ganas de poderles hincar el diente de una vez por todas y comprobar con nuestros oídos si realmente era cierto lo que decían o se quedaba en meras palabras publicitarias.
Un trabajo que comienza con su primer single "Echoes", el cual ya da muestras, como pudimos comprobar al oírla por primera con su videoclip, que no se iban a quedar estancados y que la facilidad por hacer temas que recordáramos durante mucho tiempo, como pasaba en su anterior "Myths Of The Near Future", la habían dejado abandonada en el fondo del armario, cambiándola por una fuerza desconocida en ellos, aunque sin olvidarse completamente del toque imprescindible en su música, aquel que la hace adictiva. Pues si bien, aunque de primeras ni la canción que abre el disco ni las que le siguen ("The Same Space", "Surfing The Void" o "Valley Of The Calm Trees", por ejemplo) se te quedan en la cabeza, ya que si algo han intentado es no volver a "Golden Skans" o "It's Not Over Yet", temas fácilmente reconocibles y que se te impregnaban en el cuerpo sin abandonarte en ningún momento, conforme van pasando los minutos y con ellos vas dejando atrás tema tras tema, te vas dando cuenta de su valía, queriendo volver a oírlos, eso si, no sin antes escuchar lo que te traerán en los restantes, entre los que esta escondido "Flashover", el más parecido a los incluidos en su debut y que fácilmente abría podido encajar entre ellos, y con la que realmente te das cuenta de lo que esta pasando, que no es otra cosa que una banda, que en un pasado fue llevada de la nada a las listas de éxitos de su país, queriendo demostrar que pueden ser molestos, de ahí las palabras del grupo acerca del mismo, y buenos a la vez, pues si algo hemos visto en los últimos años es como muchas de las bandas de las islas aupadas con su obra de debut o los primeros trabajos al nivel de imprescindibles se han escalabrado por el camino. Ellos no, pues no se han dejado amedrentar y han creado el disco que su cabeza les pedía y no el que la escena esperaba, trayéndonos un trabajo difícil y correoso (lo he escuchado ya unas 7 u 8 veces y lo único que he sacado ha sido un dolor de cabeza), en el que han necesitado toda su fuerza física y mental (algo normal habiendo grabado con Ross), y donde han dado lo mejor que tienen ahora mismo. No se si en el futuro les pasará como a otros coetáneos suyos, pero de momento pueden estar felices de haber parido lo que han parido.
Mientras estaban en el estudio junto a Ross Robinson, el artífice de que el nu-metal fuera lo que ha sido, se encargaron de venderse lo mejor que pudieron diciendo que nos iban a traer el disco británico más violento hasta la fecha, una buena forma de intentar que aquel publico más rockero y menos electrónico que ahora se estaba interesando por los sonidos salidos de una pista de baile se quedarán una noche más para escuchar los temas de los ingleses. Así de primeras parecía una muy buena estrategia de marketing, pero tras haber leído buenas palabras de los asistentes al FIB 2.010 sobre sus nuevos temas, ya teníamos ganas de poderles hincar el diente de una vez por todas y comprobar con nuestros oídos si realmente era cierto lo que decían o se quedaba en meras palabras publicitarias.
Un trabajo que comienza con su primer single "Echoes", el cual ya da muestras, como pudimos comprobar al oírla por primera con su videoclip, que no se iban a quedar estancados y que la facilidad por hacer temas que recordáramos durante mucho tiempo, como pasaba en su anterior "Myths Of The Near Future", la habían dejado abandonada en el fondo del armario, cambiándola por una fuerza desconocida en ellos, aunque sin olvidarse completamente del toque imprescindible en su música, aquel que la hace adictiva. Pues si bien, aunque de primeras ni la canción que abre el disco ni las que le siguen ("The Same Space", "Surfing The Void" o "Valley Of The Calm Trees", por ejemplo) se te quedan en la cabeza, ya que si algo han intentado es no volver a "Golden Skans" o "It's Not Over Yet", temas fácilmente reconocibles y que se te impregnaban en el cuerpo sin abandonarte en ningún momento, conforme van pasando los minutos y con ellos vas dejando atrás tema tras tema, te vas dando cuenta de su valía, queriendo volver a oírlos, eso si, no sin antes escuchar lo que te traerán en los restantes, entre los que esta escondido "Flashover", el más parecido a los incluidos en su debut y que fácilmente abría podido encajar entre ellos, y con la que realmente te das cuenta de lo que esta pasando, que no es otra cosa que una banda, que en un pasado fue llevada de la nada a las listas de éxitos de su país, queriendo demostrar que pueden ser molestos, de ahí las palabras del grupo acerca del mismo, y buenos a la vez, pues si algo hemos visto en los últimos años es como muchas de las bandas de las islas aupadas con su obra de debut o los primeros trabajos al nivel de imprescindibles se han escalabrado por el camino. Ellos no, pues no se han dejado amedrentar y han creado el disco que su cabeza les pedía y no el que la escena esperaba, trayéndonos un trabajo difícil y correoso (lo he escuchado ya unas 7 u 8 veces y lo único que he sacado ha sido un dolor de cabeza), en el que han necesitado toda su fuerza física y mental (algo normal habiendo grabado con Ross), y donde han dado lo mejor que tienen ahora mismo. No se si en el futuro les pasará como a otros coetáneos suyos, pero de momento pueden estar felices de haber parido lo que han parido.
Conectado Con: Klaxons - Echoes (El Vídeo)
Etiquetas: El Veredicto Final, Electrónica, Indie, Inglaterra, Klaxons