Avenues & Silhouettes Se Quedan Sin Cantante...
Es una determinación bien complicada y me tentaba mucho empezar el párrafo con un ‘Bueno’. Pero lo cierto es que este es un texto de profundo agradecimiento, así que sí, te cojo de las orejas y quiero que me escuches, que esto te concierne.
Muchas, muchas gracias. Me has permitido cumplir un sueño. No. Miento. Has hecho que mi sueño fuera mucho más allá de lo que mi imaginación me permitía ver. Usé horas de mi infancia delante de un espejo, fantaseando con un escenario, creando mis discos en cartulina y escribiendo canciones sobre pistoleros. Han sido cuatro personas las que me han permitido materializar mi sueño y, con ellos, yo el suyo. Tú has dado visibilidad a nuestro proyecto y has puesto las salas de formas que jamás he visto en ningún otro concierto en ningún otro país. Me has enseñado cuando tenía ideas equivocadas, me has dado ánimos cuando perdía la fe en mí, te has acercado a compartir una experiencia con otros muchos amigos y hemos recordado que teníamos cosas muy grandes que perseguir, y que estábamos en la obligación de perseguirlas. Y creo que es precisamente eso lo que he intentado hacer durante estos seis años, recordarnos que había que abalanzarnos sobre nuestras disparatadas ambiciones. Fuésemos una multitud, o cuatro gatos, hemos participado todos de lo mismo, a pesar de tener ideales muy dispares. Solo por la reunión, merece la pena.
Este verano ha sido muy especial para evaluar el camino recorrido. Llevábamos un tiempo en stand by y mucha gente se ha tomado la molestia de acercarse al final de una noche de discoteca, un encuentro casual fuera de Madrid o en un festival para decir “tío, gracias a lo que hacíais vosotros mis amigos y yo decidimos empezar a hacer música juntos” o “fuiste la razón para que cogiera un micrófono”, demandando nuevo material de Avenues. O hace un par de días, cuando conocí a un chico de San Francisco que llevaba un año y medio con cuatro discos en el coche, uno de ellos, Meteors. Muchas son las historias que recompensan el trabajo hecho. Pero me quedo con una muy significativa. Una noche, en Bélgica, tras un concierto, tuve el placer de compartir círculo con un grupo de chavales locales, que nos acababan de ver. Estuvimos hablando un rato y no pude evitar preguntarles acerca de sus inquietudes. Nerviosos, comenzaron a plantear un montón de dudas, inseguridades, miedos, ansias. Y ví una de las cosas que más me han abierto los ojos en esta vida. Aquellos chicos y chicas eran en todas la dimensiones evaluables posibles, maravillosos. Era un milagro que pudieran desear, tener inquietudes y no tener impedimentos aparentes para llevarlos a cabo. Lo único que hice fue afanarme en preguntarles qué era lo que ellos deseaban. Y a partir de ahí, traté de despejar todas las dudas que me lanzaban una a una y hacerles recordar qué era lo que querían. Nos centramos en eso y recuerdo que dos de ellos decidieron en esa misma conversación que se iban a ir a estudiar fuera de su país. Gracias al respeto que mostraban hacia nosotros se escucharon a sí mismos y espero que a día de hoy estos chicos estén donde algún día deseaban y se sientan responsables de sus propios errores.
Y sin embargo, no siempre he sido consecuente con lo que decía. Recientemente volvimos a retomar el trabajo con ilusión y empezaron a salir cosas muy interesantes. Trabajar con mis mejores amigos, para vosotros, qué más podía pedir. Me moría de ganas de volver a salir a la carretera y estaba impaciente porque llegara el primer concierto. Pero en el fondo, existían una serie de factores personales que me hacen anhelar con intensidad perseguir otros sueños, diferentes. Sueños que, lamentablemente, son incompatibles con seguir trabajando ahora mismo a largo plazo para nuestro mimado proyecto. Fundamentalmente, porque no pienso comprometer a Avenues & Silhouettes con estos. Por eso, creo que de este modo estoy tomando la decisión más adecuada, por ser la más sincera conmigo mismo, con el resto del grupo, y, no hace falta que lo diga, con todos vosotros. Ahora me toca a mí predicar con el ejemplo.
Antes de que esto suceda, vamos a compartir una última serie de conciertos con la formación original, que compusimos allá por los 16 añitos, cuando era muy difícil ganarse el respeto de la industria. En breve anunciaremos una serie de fechas por ciudades españolas, en las que, tened por seguro, nos entregaremos como siempre, pero serán como nunca, ya que para nosotros, estos eventos tienen un carácter muy, pero que muy especial. Sería un gran orgullo para nosotros, volver a veros a todos por allí. Intentaremos ponerlo lo más fácil posible y os mantendremos informados. Además, nos gustaría que este acontecimiento sirviera como plataforma para que vosotros también os expresarais, dentro y fuera de los escenarios. Cualquier propuesta que nos hagáis llegar será estudiada con muchísima predisposición, seas fotógrafo, diseñador, productor, músico, amigo o un estupendo conocedor de la ruta de tapas de tu ciudad.
Mi marcha solo significa un cambio para Avenues & Silhouettes. Por suerte, cuatro personas increíbles siguen al timón de este barco que con tanto cariño hemos construido y, con muchísima actitud, van a seguir trabajando en un cuidado material para que podáis seguir disfrutando. Me marcho en un momento de creciente actividad, por lo que podéis esperar que mientras se reubica todo, va a seguir habiendo un trabajo constante y responsable.
Parto muy satisfecho y muy contento. Por suerte, tengo unos compañeros acojonantes, que me han apoyado en todo momento con esta decisión.
En breve, más noticias.
Kals.
Nota del propio en su Tumblr
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Etiquetas: Avenues And Silhouettes, Madrid, Post-hardcore, Screamo