La península escandinava es un hervidero de inquietudes musicales de distinto calado: De ahí han salido hedonistas del rock como Turbonegro, reinvenciones del death metal como Entombed o los infernales riffs de Darkthrone . ¿Pero qué pasa cuando mezclas todo esto, le añades algo de hardcore metal y finas pinceladas de rock clásico? El resultado de tamaño engendro tiene un nombre, Kvelertak, y os aplastará el cráneo con uno de los debuts más salvajes, épicos y excitantes de cuantos han salido este año. Una bomba de relojería con riffs asesinos, berreos contínuos y una inexplicable sensación de estar asistiendo a un apocalipsis fiestero que no dejará indiferente a nadie, y que encandilará a los amantes de las delicatessen más extremas
(Sergi Tomsen-Valdec)
Ya con su carta de presentación, el single "We've Got A Situation Here", estos superhéroes musicales se postularon como toda una revelación (videoclip desternillante incluído) y lo cierto es que el resto del album responde a las espectativas creadas: riffs cortantes a manos de sus (nada menos que) tres guitarristas, una sección rítmica a la altura y un Keith Buckley pletórico en su papel de vocalista, demostrando que su registro melódico puede ser tan apabullante como el rasgado al que nos tenía acostumbrado con su banda. Temazos de la talla de "Bad Blood" (¿son unas castañuelas eso que suena en pleno climax de la canción? insuperable!), "Friday Night" o "Little Darling" consiguen un contrapunto único entre la potencia de sus ritmos y la perfección de sus estribillos. El trallazo incicial con ""Handbook For The Recently Deceased" es de por sí toda una declaración de intenciones, el pistoletazo de salida ideal para un metraje en el que no encontraremos ningún respiro, todo ello aderezado con toques blueseros que por momentos nos recordarán los mejores tiempos de Corrosion Of Conformity y que también ofrece un velado homenaje al inconmensurable legado de Dimebag Darrell y los suyos...
(Héctor Delgado)Acompañado por
Andy Jackson a la guitarra y a las voces,
Josh Eppard al bajo y
Brian Weaver a la batería,
Fred Mascherino nos demuestra lo que debería haber sido "
New Again" de no haberse ido de Taking Back Sunday. No son los mismos compañeros, pues la voz de Adam sigue siendo insustituible, pero su buen hacer a la hora de componer temas gana a los de sus anteriores compañeros, como bien demuestran "
Revolution", "
Terrible Things" (el estribillo es adictivo) o "
The Hills Of Birmingham". Pero aquí no solo tenemos ese vaivén sonoro que nos lleva de partes melódicas a otras mucho más cañeras, pues con "
Can't Be True", el tema que lo cierra, deja claro que si quisiera marcarse un disco en clave acústica como ha hecho Dallas Green con City And Colour, nos volvería a conquistar, pues su tandem mágico, ese que combina a la perfección su voz con su maestría a la hora de crear melodías, es irresistible.
(Jorge Garrido)Norma Jean han dado un paso hacia adelante, pero sobre todo un paso hacia la consolidación como banda, algo que les ha costado cuatro discos (realmente tres si contamos solo los que tienen a
Cory Brandan como cantante) y que ahora en su nuevo trabajo (el quinto en discordia) solo han tenido que reafirmar. ¿Como lo han conseguido? Lo principal ha sido cambiar de productor, pasando del omnipresente Ross Robinson a
Jeremy Griffith (Saosin, entre muchos otros), con quien han conseguido expandir su sonido, olvidando en algunos momentos el meter tralla por meter, algo de lo que se suelen caracterizar mucho algunas de las producciones de Ross, y que Jeremy ha evitado, como bien se demuestra en "
High Noise Low Output", "
Septentrional" o "
Falling From The Sky: Day Seven", temas en los que otros elementos hacen acto de presencia, ya sea voces más melódicas (que quedan que ni pintadas entre tanto barullo instrumental) o partes más experimentales. Aun así, no se olvidan de que es lo que les ha hecho ser tan queridos y nos vuelven a traer momentos muy duros y difíciles de digerir, como es el trio inicial formado por "
Leaderless And Self Enlisted", "
The Anthem Of The Angry Brides" y "
Deathbed Atheist" o "
Blood Burner". Se que me va a ser difícil el poder verles en concierto pero si pudiera les pediría con todas mis fuerzas que empezarán el mismo con la misma fuerza, y a ser posible con los mismos temas, que aquí, pues son otra nueva muestra de que tienen mucho que sacar afuera.
(Jorge Garrido)7. Crystal Castles: (II) (Universal) (Electrónica)
Por mucho que se empeñe los medios menos especializados y por lo tanto menos duchos en considerar a Arcade Fire el
hype del año, ese galardón se lo llevan
Crystal Castles, que con una propuesta difícil de digerir por estómagos poco puestos en
discotecas y ruidismos varios han conseguido hacerse valer por encima de muchos. Ya no suenan tan ochenteros como en su debut, incluso a ratos podríamos decir que la fiera se ha amansado ("
Baptism", uno de los temas del año, es un claro ejemplo), pero es que es sonar "
Faiting Spells" o "
Doe Dee" y volver a querer destrozar la pista de baile del último garito de moda. Si donde vas tu no suena su música pídeles que te devuelvan el dinero.
(Jorge Garrido)El tercer disco suele ser un paso importante, incluso más que el segundo, para muchas bandas. Es el momento de reafirmarse del todo o de superar el "síndrome del segundo disco" que tanto sufren los que no digieren el éxito, repentino o no, de su debut. En este caso no era así, ya que tras unos inicios donde arrasaron las preguntas sobre
Arcade Fire iban por otros derroteros. ¿Sabrían refrescar un sonido con el que se les asocia? ¿Cambiarían algo? Las esperanzas que había puestas en este grupo no son pocas y todavía son menos los que no han analizado con microscopio tema por tema, nota por nota, la hora y tres minutos que dura. Por un lado parece que ellos mismos se han hartado de la épica que rebosaba su temario y han querido hacer un disco más cercano en ese aspecto en lo que podríamos interpretar como un guiño a aquel sector que precisamente les rechazaba por considerarlos demasiado pomposos, pero en la otra cara encontramos todas y cada una de las señas de identidad de la banda, su personalidad impresa desde la portada hasta las últimas notas del último tema.
(Sergi Tomsen-Valdec)4. Against Me!: White Crosses (Sire) (Rock)
Muchos miraran la etiqueta del estilo que hacen
Against Me! y se extrañaran. Pero es que la banda lidera por
Tom Gabel ha sabido dar un paso más allá de lo presentado en "
New Wave", coger lo mejor de su juventud, esa en la que el era un joven rebelde ("
I Was A Teenage Anarchist"), y fusionarlo con propuestas más acordes con su edad actual. Quizá ya no levanten el puño ni su música te invite a hacer pogos, pero han sabido madurar su idea, dejando claro que cuando es el corazón quien habla solo pueden salir buenas cosas. Una de ellas es este "
White Crosses". Que aprendan todos los que han intentado envejecer de manera digna y se han quedado en horteras. Y no miro a nadie.
(Jorge Garrido)LCD Soundsystem con "
This Is Happening", su tan mencionado
ultimo trabajo, ha vuelto dando un paso mas en su ideal, la cual, ya harta de sonar en los clubes de moda, cambia de rumbo y se refugia en casa, de donde nunca debió salir, pero de donde las buenas criticas y los fans la sacaron. Sin temas tan reconocibles, como pasaba en el pasado, pero con un par de canciones adictivas ("
Drunk Girls", "
Dance Yourself Clean"), nos va introduciendo una vez más en su mundo, dejando claro, que, aunque es muy raro y poco habitual, tiene las puertas abiertas a todo aquel que quiera conocerlo.
(Jorge Garrido)Mucha gente había visto en "
Event If It Kills Me", su anterior trabajo, un paso atrás en su ascendente trayectoria, debido a ese toque algo más maduro y menos juvenil que en sus anteriores trabajos, sobre todo de "
Commit To This Memory" donde
Mark Hoppus había conseguido llevarles a cotas impensables para un grupo como el suyo, que tenía por bandera un sonido a caballo entre lo mejor del
punk pop y el
emo, y que aun les faltaba un punto para poder destacar por encima del resto. A partir de entonces muchas cosas cambiaron, de ahí que decidieran volver a contar con su reconocida experiencia tanto a la guitarra de una de las bandas claves de la popularizaron del
punk pop como estilo, hablo claramente de Blink-182, como a labores de productor, pues por el han pasado algunos de los nombres más destacados de la escena. Aunque ninguno como la banda de
Justin Pierre. Con ellos ha conseguido superarse, demostrar su valía y como esa experiencia es bien valida para ponerse detrás del estudio, encima de la mesa de mezclas y saberles aconsejarles.
(Jorge Garrido)